Para cumplir estos objetivos se hace preciso orientar la CAE como un proceso conformado por una serie de etapas que deben asegurar una correcta integración de los requisitos preventivos. Por ello, debe entenderse como un proceso dentro de la gestión general de la empresa.
Como hemos comentado, la coordinación de actividades empresariales implica la interrelación de empresas en materia preventiva. Debemos tener presente que, en función de la condición que estas empresas ostenten o la posición que ocupen en este proceso de interrelación, se generan sus deberes y obligaciones.
Éstos deberes y obligaciones van a depender de diferentes aspectos: